Objetivo general:
Acompañar y asistir a los presbíteros y diáconos permanentes de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, de manera personal y comunitaria como Iglesia particular, para que mantengan su crecimiento integral, de modo que puedan dedicarse plenamente al ministerio que Dios y la Iglesia les han encomendado para el servicio de la comunidad eclesial.
Naturaleza y fin de la Vicaría Episcopal para el Clero
La Vicaría Episcopal para el Clero es una instancia eclesiástica, dirigida por un vicario episcopal para la atención personalizada, directa y efectiva de todos los ministros ordenados de la Arquidiócesis, a fin de animarlos en su vocación y ministerio.
La naturaleza de la Vicaría Episcopal para el Clero está en acompañar a nivel pastoral a los sacerdotes y a los diáconos permanentes que han decidido configurarse con Cristo Sacerdote y Pastor. Los ministros ordenados necesitan ser acompañados a nivel pastoral al igual que las demás áreas eclesiales ya que ellos tienen la responsabilidad primera de guiar las comunidades que se le han encomendado. Ellos ayudan a otros, también ellos debe ser ayudados, para que puedan vivir a plenitud su ministerio.
Entre las tareas principales de la Vicaría Episcopal Para el Clero están: organizar la formación permanente del clero en sus dimensiones: humana, espiritual, intelectual, y pastoral. Además, busca acompañar a los diáconos permanentes en el ejercicio de su ministerio y mantener una especial relación con los sacerdotes misioneros.
Desde hace muchos años la diócesis de Santiago de los Caballeros ha mantenido la Pastoral Sacerdotal; Monseñor Freddy de Jesús Bretón ha querido darle un carácter más relevante a esta pastoral, al constituirla en Vicaría, para que los ministros ordenados reciban una atención más privilegiada.
La Vicaría Episcopal para el Clero es dirigida por un sacerdote nombrado por el obispo para acompañar en su nombre a los sacerdotes y los diáconos permanentes en su ministerio y en su realidad personal. Para esto se ha creado una oficina desde donde se mantiene un vínculo de comunicación entre los sacerdotes, los diáconos permanentes, el Vicario para el Clero y el Arzobispo y el Obispo Auxiliar.
Desde esta vicaría se realiza una pastoral de atención y acompañamiento a los sacerdotes y diáconos permanentes, quienes también necesitan sentir la caridad pastoral de su pastor y sus hermanos en el ministerio.