La Casa Sacerdotal de Matanza, es una casa de acogida para los sacerdotes de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros que han decidido jubilarse por motivo de edad o de salud para tener una mejor calidad de vida.
Cuando hablamos de la Casa Sacerdotal de Matanza, nos referimos a la casa que monseñor Roque Adames construyó, fuera de la ciudad de Santiago, en la localidad del mismo nombre, para residir en ella, luego de su renuncia como obispo residencial de la diócesis de Santiago.
Para mediado de la década del 90 el Mons. Vinicio Disla se propuso recuperarla la casa ya que estaba en estado de deterioro y con mucho esfuerzo lo logró, comenzó un proceso de restauración provocando el interés por parte de algunos sacerdotes entre ellos el Mons. Batista y más luego de Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio, quien encargó al P. Eduardo Núñez para que desarrollara el proyecto de una casa sacerdotal propia para sacerdotes retirados.
Para la atención y administración de esta casa se le ha pedido la colaboración a la comunidad religiosas: Las Hermanas Hijas de la Misericordia, quienes se han dedicado con mucho empeño y caridad al cuidado y asistencia de los sacerdotes que residen aquí.
En esta casa se les ha dado acogida a varios sacerdotes que ya han fallecido, que en su situación de salud recibieron la debida atención del equipo de personas que con la coordinación de las hermanas colaboran aquí. Actualmente residen en esta casa 7 sacerdotes que por su edad decidieron retirarse en esta casa, además, hay 4 sacerdotes relativamente jóvenes que trabajan en parroquias próximas a esta casa y residen aquí.
En definitiva, esta casa nos da mucha tranquilidad, ya que sabemos que cuando un sacerdote desee jubilarse por su edad o enferme tendrá un lugar donde pueda vivir dignamente los últimos años de su vida y de su sacerdocio.